Cuando realizamos el montaje de una escalera, como ya indique en otra ocasión, debemos tener en cuenta altura y anchura de la caja donde irá esta y repartir al milímetro todos y cada uno de los peldaños.
Cuando hemos realizado todos los pasos y observamos que todo es correcto, encoframos la parte inferior, colocamos el hierro, cerramos laterales, colocamos los frontales de los peldaños y llenamos de hormigón.
Cuando hemos realizado todos los pasos y observamos que todo es correcto, encoframos la parte inferior, colocamos el hierro, cerramos laterales, colocamos los frontales de los peldaños y llenamos de hormigón.
Bueno hasta ahí, todo correcto y sencillo, pero y si después de haber hecho todo este trabajo nos piden, que el arranque una vez terminado el tiro y los peldaños, cambie de orientación, entonces seguro nos tocará rectificar algún peldaño de la escalera en su inicio, por lo que deberemos tener en cuenta algunos factores importantes.
Os voy a explicar como lo hecho para rectificar una escalera de forma breve y veréis que es sencillo, eso si, en mi caso debía tener en cuenta la altura entre escalera y cabezada de ese futuro giro de orientación, ya que tenía que contar con poder transitar una vez terminada la rectificación y poder pasar por debajo sin tocar con la cabeza de una IPN descolgada, la cual soporta el peso del forjado superior y por supuesto inamovible.
Este es el tramo a rectificarde una escalera, simplemente para cambiar de orientación el acceso, también se observa la altura de descuelgue de la IPN antes mencionada. Ya que para efectuar el giro debía recuperar como mínimo un ancho de 90 cm, lo equivalente a trespeldaños, por lo que si realizaba un rellano que hubiese sido lo mas fácil, tocaba con la cabeza en la viga, cosa incorrecta y además algo dolorosa para el usuario.
Este es el tramo a rectificarde una escalera, simplemente para cambiar de orientación el acceso, también se observa la altura de descuelgue de la IPN antes mencionada. Ya que para efectuar el giro debía recuperar como mínimo un ancho de 90 cm, lo equivalente a trespeldaños, por lo que si realizaba un rellano que hubiese sido lo mas fácil, tocaba con la cabeza en la viga, cosa incorrecta y además algo dolorosa para el usuario.
Así que me puse manos a la faena para comenzar con el cambio.
Una vez realizado el replanteo procuraremos que esté bien a nivel en todo su perímetro y procederemos al llenado de este.
Con el segundo escalón seguiremos el mismo procedimiento que hemos hecho con el primero solo que este por uno de los laterales si queremos darle efecto de amplitud al inicio de la grada, deberá ser retranqueado los 30 cm (en este caso) que hemos dejado en todas y cada una de las huellas de los tramos ya formados. También se le podría dar forma redondeada a los picos, pero en mi caso el acabado de los peldaños irá con atoques de madera por los cantos y personalmente prefiero hacer un inglete el todas las esquinas de los peldaños ya que una vez terminado queda un acabado espectacular.
Como ya he comentado antes sobre el replanteo, marcaremos las distancias para realizar el segundo escalón, el primero será de 60 cm, el segundo que irá encima de 30 cm con respecto al frontal de la gradería ya formada.
Marqué una diagonal desde el vértice del segundo escalón y procedí al corte de la esquina del tercer peldaño construido en su día de hormigón. Cuando terminé de rebajar la esquina procedía a realizar el escalón compensado alejándome aunque parezca mentira la suficiente distancia para no tocar al desplazarnos por la escalera.
Estos escalones se mandaron rectificar, por que en un principio iba toda la estancia abierta y para modificar la distribución, se decidió cerrar con tabique justo por el lado izquierdo de la imagen, separando de este modo comedor y cocina, de escalera y entrada de la vivienda. De este modo al rectificar la escalera, se consiguió crear espacios independientes.
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