Una vez concluida la tarea aplicada al soporte nuevo de hormigón, realizo la extracción de los forjados antiguos de madera, los cuales estaban bastante deteriorados sobre todo por los cabeceros de viga. Debido a la longitud de estas antiguas vigas de madera, tuve que cortar y hacerlas en varios trozos para poderlas manipular sin dificultad, también es digno de apreciar que al haber levantado el forjado nuevo por encima del viejo, nos queda una magnifica altura en lo que concierne al techo con respecto al suelo, con lo que da sensación de amplitud.
La utilización de una moto-sierra e incluso la sierra manual, es fundamental a la hora de llevar a cabo el trabajo, por la razón de que los cabeceros de las vigas de estos forjados antiguos de madera, están muy empotrados en la pared y habrá que realizar un trabajo de mucha paciencia si no queremos hacernos daño, los pedazos empotrados por el momento los dejaremos y ya extraerán cuando debamos realizar los huecos de ventana y puerta de entrada nueva. Donde no vaya ningún futuro hueco, procederemos a extraer estos cabeceros y acto seguido deberemos macizar para cubrir bien la zona vacía, utilizaremos restos de piedra adaptando estas al hueco acomodadas con mortero y guijarros para que la cara exterior quede al plomo del resto de pared. Es preciso que estén bien embutidas, para que no salgan fisuras posteriores por haber quedado en falso.
La utilización de una moto-sierra e incluso la sierra manual, es fundamental a la hora de llevar a cabo el trabajo, por la razón de que los cabeceros de las vigas de estos forjados antiguos de madera, están muy empotrados en la pared y habrá que realizar un trabajo de mucha paciencia si no queremos hacernos daño, los pedazos empotrados por el momento los dejaremos y ya extraerán cuando debamos realizar los huecos de ventana y puerta de entrada nueva. Donde no vaya ningún futuro hueco, procederemos a extraer estos cabeceros y acto seguido deberemos macizar para cubrir bien la zona vacía, utilizaremos restos de piedra adaptando estas al hueco acomodadas con mortero y guijarros para que la cara exterior quede al plomo del resto de pared. Es preciso que estén bien embutidas, para que no salgan fisuras posteriores por haber quedado en falso.
Algunas de estas traviesas posiblemente llevasen puestas desde que se hizo la casa datada de aproximadamente unos trescientos años, en las fotos podemos observar como el que realizó la preparación de las vigas, el artista talló en la traviesa un nervio, para poder apoyar el revoltón artesano entre vigas. Según contaba mi abuelo que era uno de los albañiles del pueblo, las vigas de madera de pino para poder ser utilizada en los pisos, dinteles y otros tipos de útiles en madera para construir, se debían cortar en estaciones de desoje o frío, refiriéndose al otoño o invierno y que la luna también influía, para que esta una vez cortada no crease hongos y carcomas, por lo que la luna menguante es ideal.
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