Como es sabido por general, las instalaciones eléctricas deben ir independientes del resto de instalaciones tales como: instalaciones de agua, desagües y gas (este último debe ir siempre visto o enfundado por temas de seguridad), por que si da la casualidad de que tenemos una avería de fuga por pequeña que esta sea, puede acabar en un accidente grave.
Explicaré un caso para que vean que cualquier precaución es poca y que un detalle por lo insignificante que este sea, puede acabar en desastre, si no sabemos reaccionar como es debido.
Según el cliente hace cosa de unos cinco años le instalaron una placa vitrocerámica eléctrica en su nueva cocina, este tipo de placas lleva una junta en todo su perímetro para que cuando se coloque en el hueco quede completamente adaptada, así que el técnico en cuestión la acopló correctamente y la fijó con unas pestañas en forma de garras que esta lleva por la parte inferior, para que no se mueva y quede bien fijada a la encimera.
Como en muchos de las cosas cotidianas de la vida, cuando algo funciona bien, mejor, pero lo que no podemos es dejar pasar el tiempo sin ni tan siquiera hacer un pequeño mantenimiento o revisión de según que electrodomésticos que tenemos en nuestro hogar. Parece un absurdo, pero os digo que ese pequeño mantenimiento o revisión puede alargar la vida de algunos de los aparatos eléctricos que tenemos en nuestra casa y que utilizamos casi a diario, además de curarnos en salud hacia nosotros mismos y hacia los que nos rodean, procurando de este modo que no haya un accidente.
Resulta que justo debajo de la placa a unos 40 cm, tiene situada una de las cajas de empalme, la cual abastece de corriente al horno con una línea independiente, una línea compartida para algunos enchufes y también la que abastece a la placa vitrocerámica que va directa, de la caja a la placa por mediación de una manguera con tres cables, fase, neutro y toma a tierra. Para empezar la manguera no era la correcta, por que los cables que la componían eran de 1,5 mm de sección, demasiado fino.
Bueno, vamos a la avería eléctrica en la instalación y a la respuesta de lo referido al mantenimiento o revisión. Resulta que en todos esos cinco años que habían pasado, en ningún momento al propietario se le había ocurrido observar el estado visual, por debajo de la placa y él o su esposa, cada vez que cocinaban o limpiaban la encimera de piedra con productos de limpieza, no se daban cuenta de que el líquido filtraba justo por la junta que queda entre el mármol y la placa; también fue casualidad que la caja de empalmar los cables estuviese justo debajo. Esta caja fue recogiendo humedad y esa misma humedad que bajaba por la pared la cual arrastraba la grasa acumulada de cinco años, hasta que un día formó un cortocircuito y se puso a arder la tapa de la caja y las regletas de empalme, los cables por suerte estos son de material ignífugo, así que simplemente se negrecieron.
Resulta que justo debajo de la placa a unos 40 cm, tiene situada una de las cajas de empalme, la cual abastece de corriente al horno con una línea independiente, una línea compartida para algunos enchufes y también la que abastece a la placa vitrocerámica que va directa, de la caja a la placa por mediación de una manguera con tres cables, fase, neutro y toma a tierra. Para empezar la manguera no era la correcta, por que los cables que la componían eran de 1,5 mm de sección, demasiado fino.
Bueno, vamos a la avería eléctrica en la instalación y a la respuesta de lo referido al mantenimiento o revisión. Resulta que en todos esos cinco años que habían pasado, en ningún momento al propietario se le había ocurrido observar el estado visual, por debajo de la placa y él o su esposa, cada vez que cocinaban o limpiaban la encimera de piedra con productos de limpieza, no se daban cuenta de que el líquido filtraba justo por la junta que queda entre el mármol y la placa; también fue casualidad que la caja de empalmar los cables estuviese justo debajo. Esta caja fue recogiendo humedad y esa misma humedad que bajaba por la pared la cual arrastraba la grasa acumulada de cinco años, hasta que un día formó un cortocircuito y se puso a arder la tapa de la caja y las regletas de empalme, los cables por suerte estos son de material ignífugo, así que simplemente se negrecieron.
Una vez evaluados los daños, se dio comienzo con la reparación de la avería, por suerte la cosa quedó en un susto, por que aunque saltaron los interruptores de control de potencia, el pequeño incendio quería ir a más, suerte que justo debajo no estaba el horno, como en algunas ocasiones suele estar en ese lugar y lo digo por que por norma están sujetos con tornillos al mueble; en este caso habían unos cajones y de este modo el dueño pudo observar lo que sucedía y sofocar el pequeño incendio desde su posición.
Se sanearon los cables y alguno se cambió, se eliminaron las regletas de conexión quemadas, en su lugar puse unas nuevas mas grandes y resistentes que las anteriores, y volví a conectar de nuevo los cables.
Cambié el antiguo cable que iba desde la placa hasta la caja, ese que he comentado antes que era fino del 1,5 mm de sección, por uno de 4 mm también directo.
Abrí el pequeño panel de conexiones que lleva incorporada la placa y conecté los cables de la nueva manguera; volví a tapar el panel de conexión, asegurando que el estrangulador sujetaba correctamente la manguera.
Una vez realizados estos sencillos pasos, coloqué la vitrocerámica en su sitio, la sellé con un cordón fino de silicona transparente por todo el canto de la placa, simplemente para impermeabilizar la zona entre juntas y de este modo que no entre agua u otro líquido, previniendo este tipo de avería eléctrica, por último para terminar el trabajo,la sujeté mecánicamente con los accesorios que contiene la misma placa en su parte inferior.
Una vez bien sujeto, limpio y seco, recorté la silicona que rebosaba con un cortador.
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